Entrevista a Natalia Porta López, nueva coordinadora del Plan Nacional de lectura.
La educación como práctica lectora y los espacios creados en la sociedad civil
“Sería deseable que en el momento en que haya otra vez políticas nacionales de lectura, la sociedad civil participe del diseño y de la implementación de esas políticas”
Por Jesica Ysasi
El gobierno anunció ayer el regreso del Plan Nacional de Lectura, la medida celebrada especialmente en los espacios vinculados a la promoción de la lectura de la LIJ (literatura infanto- juvenil), fue comunicada por Nicolás Trotta, a cargo del Ministerio de Educación.
Según se confirmó, el plan estará a cargo de Natalia Porta López, referente de la Fundación Mempo Giardinelli, quien ya se había desempeñado hace algunos años en el plan anterior que fuera levantado durante la gestión de gobierno saliente.
Diario Sierras dialogó con ella en el mes de junio, en el marco del II Congreso Nacional e Internacional de Literatura Infantil y Juvenil, al que concurrieron más de 300 asistentes, entre los cuales hubo escritores, ilustradores, representantes de editoriales y autoridades. El Congreso tuvo lugar en la localidad santafesina de Sunchales, ocasión en la que la rafaelina Natalia Porta participó en la mesa 1: “De la enseñanza de la literatura a la educación literaria”, tras su ponencia esto nos comentaba en sobre las políticas estatales de promoción de la lectura y el rol de la sociedad civil en sus implementaciones.
-Salimos de una la mesa en la que se estaba poniendo en juego el tema de la industria de las editoriales y las políticas públicas, has estado a cargo de un plan muy importante en nuestro país con respecto a las políticas públicas, rememorando un poco algunas de las cosas que dijo Mempo (Giardenelli) que estuvo con nosotros virtualmente cuando habló de la educación como una práctica lectora , ante la retirada el Estado en estos espacios y lo que pasó también con el plan nacional de lectura, ¿qué pensás qué ocurre hoy con los espacios creados en la sociedad civil?
-Se parece mucho a los que pasó en los ´90, las organizaciones de la sociedad civil, de representación de segundo grado, de especialistas, gente no especialista, muchos voluntarios, generalmente terminamos siendo los que mantenemos viva la llama de todo esto de la circulación de los libros, de generar condiciones mínimas para garantizar el derecho a la lectura hasta que otro gobierno decida retomar las políticas, decida cumplir con la ley, porque hoy ya son parte de la ley, esa ley de hecho, esa ley de educación, en ese párrafo que leímos que garantiza la compra de libros, la renovación de las bibliotecas escolares, no estaba en la ley que iba a salir y en estas consultas que se hicieron en las que participaba la sociedad civil, como fundación fuimos a estas consultas y vimos que no tenía la palabra “lectura” la ley, y a ese párrafo lo hicimos incorporar nosotros, mandamos ese párrafo para que se incorporara a la ley y quedó, así que estamos muy orgullosos y eso es algo que nos va a dar un paraguas para cuando haya gobernantes que decidan cumplir con la ley pero siempre la sociedad civil, convencida de que la lectura es un derecho de todos, es la que aguanta digamos, los trapos hasta que eso vuelva a suceder y sí sería deseable que en el momento en que haya otra vez políticas nacionales de lectura, la sociedad civil participe del diseño y de la implementación de esas políticas porque uno de los errores de la política de los años en que hubo políticas afortunadamente, fue que no incorporó a la sociedad civil directamente, no institucionalmente, estábamos ahí cuando nos llamaban para consultarnos cosas, para proyectos puntuales, pero nunca se conformó lo que se llamaba o lo que se intentó que era el Concejo Nacional de Lectura , que tenía que ser mixto, del Estado y de la sociedad civil.
Hubiera sido mucho más difícil volar políticas en las que la sociedad civil estaba implicada institucionalmente que volar una política estatal que el gobierno decide si la sigue o no, así que eso es importante.
-Recién se estaba debatiendo sobre la implementación de uno de los planes en la provincia de Santa Fé, pero más allá de la implementación concreta en esta provincia, ¿cómo has visto el panorama en las restantes provincias?
-Yo tenía solamente a cargo seis provincias, las provincias del nordeste y de las provincias esas solamente Santa fe se negó a que con el dinero que se envió se implementaran las políticas.
–Con respecto al tema del respeto a los derechos de autor, hubo dos discusiones una sobre las adaptaciones, ¿cuál es tu mirada?
-Yo creo que hay adaptaciones muy dignas y que cualquier Estado que quiera recurrir a buenas adaptaciones las encuentra.
– ¿Son necesarias las adaptaciones los planes de lectura?
-Y … para trabajar con chicos muy chiquitos no podés ir con textos escritos por los hermanos Grimm o Perrault. Las adaptaciones están muy bien hechas en cosas que ya existen realizadas por Graciela Montes, por Graciela Cabal, por Beatriz Ferro, también en una recuperación en una colección muy hermosa, la cuestión es que yo no estoy en contra de la adaptaciones pero hay cosas que no se pueden adaptar, esta gente, tenía adaptado a Horacio Quiroga, no adaptamos a Horacio Quiroga, por más que esté libre de derechos de autor, leemos a Horacio Quiroga.
Yo creo en un Estado editor, no creo que el Estado deba comprar porque el mercado no da ciertas cosas. Es un trabajo doble que el Estado tiene que hacer, que se hizo durante 2008. El Estado compró y publicó lo que se necesitaba, lo que el mercado no ofrecía pero se necesitaba para educar, se editó lo que hacía falta. La capacidad instalada está y sería deseable que no pase tanto tiempo sin que haya otra vez políticas de recuperación.
Belleza fundante
López Porta se refirió también al Programa de Abuelas Cuentacuentos, una red de más de 100 grupos de abuelos lectores en distintas ciudades de Argentina que ha recibido importantes reconocimientos internacionales.
-En tu disertación hablaste de lo que llamaste “la situación de la belleza fundante”, lo remitiste según creo al trabajo que estabas haciendo con los abuelos cuantacuentos
-Es una situación de intimidad que los abuelos recrean, y en la cual siempre mantuvimos una fórmula mágica: buena literatura más afecto, afecto más buena literatura por tiempo es igual es al crecimiento de la demanda de lectura, que quiere decir que un buen mediador puede ser una abuela que se encuentra en una frecuencia acordada con un grupo de niños durante un tiempo considerable.Seguro, seguro, primero crea una relación afectiva real y esa relación afectiva asociada al libro crea una huella que hace que el niño siga deseando leer, desee leer en el futuro
-La vinculación amorosa desde el libro con los abuelos…
– pero eso sólo se consigue con el tiempo, hay muchos proyectos con abuelos que son: “ah, un día vamos a una escuela y leemos un rato con estos y otro día vamos a otra y…” , es preferible abarcar a menos chicos, pero acompañarlos con más tiempo en nuestro proyecto hay abuelos llevan años acompañando con buena literatura, en orden creciente de complejidad y de extensión también y en el nivel de abstracción en sus lecturas a chicos que fueron pasando de grado y a veces hasta pasan de nivel con los chicos.
– ¿Cuántos abuelos son aproximadamente los que participan del proyecto?
– ¿En el país?, ah en el país hay como 2000 y pico.
– ¿Cuándo arrancaron ustedes?
– En el 2001, éramos seis, era un año en que había pocos libros, entonces había que asegurar que esos pocos libros circularan y fue los que se nos ocurrió para eso.
Natalia Porta López dirige desde hace más de 15 años la Fundación que lleva el nombre de su esposo, Mempo Giardinelli, dedicada al fomento de la lectura, en ella coordina el equipo que organiza todos los años un encuentro internacional en Chaco.
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